¿Tenía miedo de Volar?

Ella, aún como un gusanito verde se quedó quieta en la pared del jardín. Después fue un capullo que sólo veía al pasar, hasta que una tarde la vi, en todo su esplendor pero aferrada a lo que había sido su matriz protectora hasta entonces. Estuve una hora esperando a que volara y no lo hizo.
Tuve que irme de ahí, pero a mi regreso sólo vi el capullo vacío. Por fin se atrevió a ser lo que ES, pensé, hasta que VOLÓ.